III

Su historia empezó un año después de aquella primera vez que se vieron. Pero fue dura la decisión de empezar la historia, había demasiada distancia entre los dos, y sabían que sería duro, pero aun así, decidieron empezar la etapa más emocionante de su vida.

A

Cuando ella despertó, descubrió que el cóndor aún no había volado del nido. Pese a todo seguía con ella, ahí.

II

Su historia comenzó un verano de hace ya tres años. Los dos coincidieron un pequeño pueblecito de la mas profunda Castilla, donde las familias de ambos veraneaban allí desde hacia mas de 30 años. Pero hasta aquel verano, no habían coincidido, no se conocían. El tenia 18 y ella 16 la primera vez que se vieron.
Una tarde estaban en la casa de un amigo común del pueblo, jugando al futbolin. Ella no podía parar de fijarse en el, en sus facciones, en lo que parecían unos marcados músculos. El no podía dejar de mirar esos grandes ojos que ella tenia y esa melena que había cambiado a rubia por el sol. Pasaron la tarde entre risas y juegos y finalmente llegó la hora de despedirse.
Una mirada se cruzo entre los dos, se veía que querían seguir pasando tiempo juntos, reír, conocerse mejor, pero simplemente se dieron un beso y cada uno tiró por su lado. Mientras volvía a casa ella solo pensaba en volver a hablar con el, sentirle cerca, conocerle... Y los mismos pensamientos se encontraban bailando en la cabeza de el.

I

Ella era una joven, que empezaba a vivir por fin su vida. Nunca había disfrutado de la libertad que tenían sus amigas, por que sus padres eran realmente sobre-protectores. Digo que empezaba a vivir su vida, por que por fin empezaba a ir a festivales de música con sus amigos, salir de farra e incluso ir al cine un sábado por la tarde como cualquier otra persona. Se la veía feliz, dichosa y eufórica por vivir mil y una aventuras.... Pero meses antes era todo lo contrario de estos adjetivos. Taciturna, triste y reacia a estar con sus amigos. Todo, provocado por el.
El había sido su primera gran amor, y a suya fue una historia de las que merecen ser contadas, una como la de Romeo y Julieta pero sin familias enfrentadas de por medio. Un amor imposible, no basado en la rivalidad de dos familias, sino en la distancia que separaba a ambos.

Historias inacabadas

A veces, las historias, no se acaban, se quedan incompletas, vacías, huérfanas...  ¿Pero que otra cosa se puede hacer, cuando al creador se le ha ido la inspiración? Simplemente las historias se esfuman. Se quedan en nada, agua de borrajas que dirían nuestras abuelas. Pero el final de una historia es muchas veces el principio de ora. Como se suele decir hay que terminar un capitulo para poder empezar otro, pasar  pagina.
Historia es lo que vamos escribiendo cada uno todos los días, puede que no sea de película, que sea monótona aburrida sin acción.... Pero es nuestra historia y si queremos que tenga chispa, lo único que tenemos que hacer es salir y cambiarla. Vivir aventuras, enamorarte, hacer locuras.... Cualquier cosa que le de sentido a nuestra historia y que la haga única. Aun que realmente única ya es, por que es nuestra y nadie, nunca en ningún lugar tendrá nuestra historia.
Al darle vida a una historia, es inevitable que se cruce con otras, por que nos vamos cruzando con gente en nuestras vidas, puede que no seamos un personaje importante en nuestra historia, pero no sabemos si somos el personaje principal de otra, a menos que nos arriesguemos. ¿Que hay mas bonito que arriesgarse a compartir una historia?
Empezar otra, crear una nueva. A veces para ello, dejamos la antigua inacabada.

8

Felipe salió corriendo de aquella casa. Necesitaba ver a Tomasa, y asegurarse de que lo que le había contado esa tarde era lo que había oído. Corrió hacia la casa de los Sanchéz, ni siquiera se paró cuando escucho a Alicio llamándolo detrás de él.
Cuando llego a la casa, fue a la ventana de Tomasa, y como solía hacer, empezó a tirar piedrecitas. Y Tomasa se asomó.
-¿Que quieres rufián?
-Baja tenemos que hablar.
Y Tomasa bajo. Felipe se dio cuenta de que le había hablado muy bruscamente. Tendría que disculparse. Pero eso sería luego. Tenía que hablar con Tomasa. Hablar de los Montenegro.
-¿Que pasa?
-¿Ha comprado tu padre tierras de los Montenegro?
-Si ya te lo he dicho ¿A que viene ahora eso?
-¿Tienen los Montenegro tierras en Portugal?
-Creo que si. ¿Pero quieres decirme ya a que viene tanta pregunta? Y sientate de una vez que se te van a marear los pies
Felipe se sienta y se da cuenta de que no esta siendo racional. La mira. Y ve la preocupación en su rostro.
-Mi hermana en Portugal trabajó para los Montenegro.

7

Después del rencuentro en la entrada del pueblo, volvieron todos juntos. Alicio cogió la mano de Julia y no la soltó. Parecía la misma pero el sabía que algo había cambiado. Lo notó cuando la vio. Cuando la abrazó. Cuando la besó. Había sido apasionado, ardiente, tierno. Pero a su vez frío, lejano y duro. Pero no le importó. Sera por el viaje, pensó él y aparto ese pensamiento. No quería que estropease el momento. Llegaron a casa de Julia y vio que ahí estaban sus padres y sus primos-hermanos esperándolos ansiosos. Su madre había hecho bizcocho de limón y el aroma invadía toda la habitación.
Todos se sentaron alrededor de la chimenea. El otoño estaba a punto de acabar y el frío empezaba a notarse. Todos empezaron a contarle sus cosas a Julia. Los chismes del pueblo. Quien se había casado con quien, quien había tenido un hijo, quien se había muerto... Aunque no hablaron mucho de esto último porque la muerte de Ernesto y Ester estaba aún muy reciente en su memoria,  pesar de que había pasado y amas de un año. Entonces pidieron a Julia que les contase lo que había vivido en el exilio, en aquel pueblo perdido del mundo.
Julia les contó su rutina en el pueblo. Todo parecía que iba bien, hasta que Felipe escucho que trabajaba para los Montenegro. Alicio le preguntó si estaba bien, pero en vez de responder salió corriendo. Y Alicio fue detrás de el.